miércoles, 10 de octubre de 2012

Actividades pedagogicas

Un pequeño mar de posibilidades
Introducción

Incluso para los habitantes de pueblos y ciudades costeros, el mar, el océano es algo ajeno a la realidad humana. En el mejor de los casos, sólo para las familias de pescadores es algo vital y que hay que conocer. El ser humano es un animal terrestre y el mar siempre le ha inspirado un fuerte respeto. En estos cuatro apuntes sobre posibles actividades pedagógicas con el mar como telón de fondo vamos a proponer no sólo adentrarnos en la dimensión ecológica del mar sino también en la influencia que éste tiene sobre nuestras vidas cotidianas. Al fin y al cabo nuestro origen es marino.

El mar como medio natural

El mar conforma un ecosistema único aunque desde un punto de vista práctico es conveniente dividirlo. En este sentido distinguimos:

  • el piso supralitoral cuya característica más importante es que los organismos que lo habitan necesitan una emersión continua, se corresponde a la zona donde llegan las salpicaduras de las olas.
  • el piso mediolitoral que sería la zona entre mareas o con alternancia más o menos regular de emersiones e inmersiones. Su localización es la propia costa y varía en función de la intensidad de las mareas.
  • el piso infralitoral que se correspondería con el mar abierto más cercano a la costa. Su límite inferior se hace coincidir con la profundidad máxima a la que pueden vivir las fanerógamas marinas como la Posidonia.

Para cada una de estas zonas existen animales y vegetales con estrategias vitales apasionantes. Con organizar alguna salida de campo será suficiente para poder darse cuenta de las mismas. Apenas se necesita más que una lupa, algunos potes y salabres para poder facilitar la observación de estos seres vivos que, por supuesto, luego debemos devolver a su medio. Es interesante apreciar cómo el substrato rocoso condiciona alguna de las comunidades biológicas. Podemos incluso observar los diferentes mecanismos de defensa y las relaciones que se establecen entre ellos.

Existen algunas guías que nos ayudarán en nuestro trabajo de campo para identificar los seres vivos que descubramos.

Otra posibilidad pedagógica es la de visitar un acuario marino, en caso de haber uno cercano. Permiten visualizar algunas de las formas de vida marina "vivitas y coleando". Habitualmente este tipo de instalaciones están pensadas más para los turistas que para los escolares. Si no disponen de un guión o dossier pedagógico. es preciso que el docente prepare la visita. En este caso recomendamos que preparéis una ficha donde pongáis una clasificación de los peces y demás fauna marina según diversas categorías. Por ejemplo:

  • peces que viven apoyados sobre el fondo o incluso enterrados.
  • peces de forma ovalada, aplastados y peces fusiformes.
  • animales transparentes o sin esqueleto aparente.
  • crustáceos y cefalópodos.
  • peces con colores calientes.

El objetivo sería poder, después, establecer algunas relaciones de tipo etológico o ecológico. Por ejemplo, los peces de forma fusiforme son normalmente de tipo pelágico y veloces, en cambio los de forma ovalada y aplastados no son nadadores veloces y viven más bien sobre fondos litorales. ¿Qué diferencia hay entre los peces llamados azules y blancos respecto a su morfología externa o modo de vida?. Además, podremos observar la gran diferencia entre los peces de nuestros mares y los peces típicos de arrecifes coralinos. Existe un sin fin de posibilidades para poder familiarizarse con las estrategias vitales más comúnmente adoptadas por la vida marina y, en este sentido, el acuario facilita la tarea de observación.

El mar como recurso para la vida humana

La pesca es la actividad que más claramente pone en evidencia la importancia del mar para los humanos. ¿Cuántas veces a la semana comemos pescado? En la mayor parte de los pueblos litorales existen puertos de pescadores con mercados donde se comercializa la cosecha marina. Visitar el mercado del pescado de un pueblo marinero, no sólo permite un interesante paseo socioeconómico, sino que también, es una forma fácil de adentrarse indirectamente en el piso circalitoral y conocer la vida marina. El momento clave para visitar un mercado es justo durante la subasta del pescado, puesto que todo lo que han capturado losbarcos durante la jornada está a la vista de curiosos.

La visita se puede complementar con un paseo por el muelle, donde está atracada la flota pesquera, para poder observar las artes de pesca. Además, se puede entablar algún diálogo con los pescadores. Los barcos de pesca están especializados según el tipo de pescado que capturan. Desde la forma del barco hasta las artes son diferentes. Así la flota de bajura nada tiene que ver con la flota de altura o la de arrastre. Un dato muy interesante para hacer cálculos sobre el esfuerzo energético de la pesca es averiguar la cantidad de combustible que gasta un barco, el número de personas de la tripulación, las millas que recorre y el peso total de captura por salida.

Otro tipo de pesca, más artesanal y que se practica con pequeñas barcas cerca de la costa, es la captura de caracoles.

Finalmente, debemos señalar las piscifactorías de pescado marino. La fertilización y engorde de los peces marinos ha sido posible gracias a los avances de la biología en estas últimas décadas. En definitiva, un tema que puede ser muy apasionante y excusa para organizar un debate sobre la pesca y la piscicultura de cara a garantizar el futuro de la conservación de la vida marina.

Otro aspecto a focalizar es el de la organización de los pescadores. Desde las cofradías hasta los refranes relacionados con la profesión.

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